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¡Feliz Día Mamás!


Hoy, primer domingo de mayo se celebra en algunos países, entre ellos España, el Día de la Madre. Para muchos es sólo una excusa para vender regalos pero lo cierto es que detrás de la parafernalia comercial es una fecha muy especial para quienes vivimos el ser madre como un verdadero oficio y beneficio.

Desde Bebés y más queremos desearles a todas las mujeres con hijos y a quienes están a punto de estrenarse como mamás un ¡MUY FELIZ DÍA DE LA MADRE!

Les deseamos que pasen un bonito día rodeadas de mimos, abrazos y el cariño de sus hijos. Y que al mirarlos, hoy y cada día, sientan la penitud de la maternidad a través de sus ojos.

Esperamos sinceramente que encuentren en nuestro blog, en su mayoría escrito por mamás, un espacio útil e inspirador que las acompañe en la maravillosa vivencia de ser madres.

¡¡FELIZ DÍA MAMÁS!!

Artemisa

Me encanta conocer cosas del pasado y soy una fanatica de la mitología griega es por eso que hoy transcribo un poco de la historia de Artemisa

En la mitología griega, Artemisa o Ártemis (en griego antiguo Αρτεμις, quizá de αρτεμης, ‘sano y salvo’, de la raíz αρ, ‘encajar’) es la hija de Zeus y Leto y la hermana melliza de Apolo. Solía ser representada como una diosa virgen de la caza, llevando un arco y flechas. Más tarde pasó a estar asociada con la luna, como su hermano Apolo lo estaba con el sol. Fue una de las deidades más ampliamente veneradas y una de las más antiguas.En épocas posteriores fue mezclada con la diosa Diana de la mitología romana. En la mitología etrusca, tomaba la forma de Artume.




Artemisa era la diosa virgen de la caza, los animales salvajes, las tierras salvajes y los partos. Era adorada como una diosa de la fertilidad y los partos en algunos lugares puesto que, según algunos mitos, ayudó a su madre en el parto de su gemelo. Durante el periodo clásico en Atenas fue identificada por algunos con Hécate. También asimiló a Cariatis (Caria) e Ilitía.

Artemisa fue adorada en casi toda Grecia, pero sus lugares de culto más famosos fueron Braurón (en el Ática), Muniquia (situado en una colina junto al puerto Pireo) y Esparta.

En Asia Menor, Artemisa era una deidad importante. La ciudad de Éfeso es probablemente el centro de culto asiático más conocido, por su grandioso templo. En los Hechos de los Apóstoles, cuando los herreros efesios que se sentían amenazados por las prédicas de la nueva fe que hacía Pablo, se alzaron en fervorosa defensa de la diosa, gritando: «¡Grande es Artemisa de los efesios!»

Los festivales en honor de Artemisa incluían los Elafebolia, Muniquia, Brauronia y el festival de Artemisa Ortia en Esparta. Los espartanos solían dedicarle sacrificios como una de sus diosas patronas antes de emprender una campaña militar.

La tradición decía que Ifigenia había depositado en Braurón una xoana de Artemisa traída del país de los tauros. Un rito que se celebraba allí era un sacrificio realizado por niñas atenienses de entre cinco y diez años disfrazadas de osas. Las niñas eran conocidas como arktoi (‘oseznas’). Un mito explicando esta servidumbre cuenta que un oso había adoptado la costumbre de visitar regularmente la ciudad de Braurón, cuyas gentes le alimentaban, de forma que con el tiempo el oso fue domado. Pero una niña fue arañada por el oso mientras jugaba con él y por ello un hermano de la niña mató al oso. Artemisa se enfureció, exigiendo que las niñas «actuaran como osas» en su templo como expiación por la muerte del oso. Otra explicación alternativa decía que a causa de la muerte del oso había una peste en Atenas y un oráculo había dicho que la peste solo cesaría si las jóvenes atenienses expiaban la muerte del animal.

En muchos lugares de la antigua Grecia, las mujeres jóvenes dedicaban justo antes del matrimonio juguetes, muñecos y mechones de su pelo a Artemisa.


Artemisa en el arte
Estatua de Artemisa en el museo de Éfeso.Las representaciones más antiguas de Artemisa en el arte griego arcaico la retratan como Potnia Theron (‘señora de los animales’), una diosa alada llevando un ciervo y un leopardo en sus manos, o a veces un leopardo y un león. Esta Artemisa alada perduró en exvotos como Artemisa Ortia, con un santuario cercano a Esparta.

En el arte griego clásico suele ser representada como una cazadora virgen llevando un vestido corto, con botas de caza, aljaba, arco y flechas. A menudo aparece en la pose de dispara, y acompañada por un perro de caza o un ciervo. Su faceta oscura se revela en algunas vasijas pintadas, donde aparece como la diosa que trae la muerte, cuyas flechas cayeron sobre doncellas jóvenes y mujeres, como las hijas de Níobe.

Los atributos de Artemisa cambian con frecuencia: el arco y las flechas son a veces reemplazados por lanzas, como diosa de los bailes donceles porta una lira, y como diosa de la luz un par de antorchas encendidas.

Sólo en el arte posclásico se hallan representaciones de Artemisa-Diana con la corona de la luna creciente, como Luna. En el mundo antiguo, aunque estuvo ocasionalmente relacionada con la luna, nunca fue retratada como ésta. Las estatuas antiguas de la diosa pueden hallarse a veces con lunas crecientes, pero sin embargo éstas son siempre añadidos renacentistas.


En Éfeso, su templo fue una de las siete maravillas del mundo. Allí la Señora a la que los griegos asociaban con Artemisa por interpretatio graeca era adorada principalmente como una diosa madre, semejante a la frigia Cibeles, en un antiguo santuario donde su imagen de culto representaba a la «Señora de Éfeso» adornada con múltiples protuberancias similares a pechos, que fueron tradicionalmente interpretadas como múltiples pechos accesorios o testículos de toros sacrificados, hasta que una excavación del yacimiento del Artemision en 1987–1988 identificó la multitud de perlas de ámbar con forma de lágrima que habían adornado la antigua xoana de madera



Nacimiento
Cuando Hera descubrió que Leto estaba embarazada de su marido Zeus, prohibió que Leto diera a luz en cualquier lugar donde diera el sol. Además, la serpiente Pitón se puso a perseguir a Leto.

Pero Zeus envió al viento Aquilón para que recogiera a Leto y la llevara junto a Poseidón. Éste la llevó a la isla Ortigia y la cubrió con sus olas. Allí Leto dio a luz, agarrándose a un olivo, a Apolo y a Artemisa. Más tarde, la isla de Ortigia fue llamada Delos y Apolo mató a Pitón para vengar los sufrimientos de su madre.

Según cuenta una tradición, Artemisa nació antes que su hermano y ayudó a su madre a dar a luz a Apolo.En otra, la isla de Ortigia es una isla distinta de Delos. En la primera nació Artemisa y en la segunda, Apolo


Infancia
La infancia de Artemisa no está recogida en ningún mito conservado: la Ilíada reducía la figura de la pavorosa diosa a una niña que, tras haber sido azotada por Hera, subía al regazo de Zeus. El poeta Calímaco imaginó a la diosa «que se entretiene en las montañas con el arco» en algunas escenas encantadoras: a los tres años, Artemisa pidió a su padre, Zeus, mientras estaba sentada en su rodilla, que le concediese varios deseos. Pidió permanecer casta toda la eternidad y no ser atrapada en el matrimonio, sabuesos de orejas cortadas, ciervos para tirar de su carro, veinte ninfas Amnísides como compañeras de caza, y «sesenta bailarinas oceánides, todas de nueve años». Zeus accedió a sus deseos. Todas sus compañeras permanecieron vírgenes y ella guardó celosamente su castidad.



Acteón
En una ocasión, Artemisa estaba bañándose desnuda en el bosque en compañía de su coro de ninfas, cuando el príncipe tebano y cazador Acteón, que pasaba por allí, la vio. Pero las ninfas lo descubrieron y corrieron a tapar a Artemisa. Ésta se disgustó tanto por haber sido espiada desnuda que transformó a Acteón en un ciervo y envió a sus propios sabuesos a que le mataran. Éstos le destrozaron sin saber que el ciervo que cazaban era su propio dueño. Alternativamente, Acteón alardeó de ser mejor cazador que Artemisa, y ésta le transformó en un venado que fue devorado por sus sabuesos.

Adonis
Mármol de Adonis. Torso antiguo restaurado y completado por François Duquesnoy.En algunas versiones de la historia de Adonis, Artemisa o Ares (su amante en esta historia) enviaban un jabalí a matarle. Esta versión es sospechosa porque implica que Artemisa mantuvo relaciones con Ares y, sin embargo, virtualmente todas las fuentes coinciden en que se mantuvo casta todo el tiempo.

Es importante advertir que el concepto de «virginidad» es bastante diferente del actual. En aquella época se cree extrañamente que se consideraba una mujer virgen a la mujer soltera, sin ataduras con hombre alguno, apoyando así la naturaleza indomable de Artemisa.


Orión
Tras abandonar a Eos, Orión se convirtió en un compañero de caza de Artemisa. Ésta terminó por matarle, aunque las razones dadas varían:

Artemisa mató a Orión para vengar los celos de los inmortales por el matrimonio de una de ellos (Eos) con un mortal (Orión).
Orión intentó violar a Artemisa. Ésta envió un escorpión desde la isla de Quíos a matarle, y ambos fueron situados entre las estrellas como constelaciones. Esta leyenda explica por qué la constelación de Escorpio aparece justo cuando Orión empieza a ponerse: el escorpión aún le persigue. El perro de Orión pasó a ser Sirio, la estrella perro.
Artemisa lo mató por haber sido retada por Orión a lanzar el disco.
Orión había violado a Opis, una de las vírgenes que procedía de Hiperbórea. Por ello lo mató Artemisa con sus flechas.
Orión, siendo compañero de caza de Artemisa, se volvió arrogante, alardeando de su superioridad y ofendiendo a varios inmortales. Gea envió un escorpión gigante tras él, y Orión murió por la picadura del aguijón. Artemisa y Leto pidieron a Zeus que pusiera a Orión entre las constelaciones.
Apolo, hermano de Artemisa, temía que su hermana pudiera perder su virginidad con Orión, o bien estaba celoso porque su hermana ya no le prestaba atención, o creía que Orión tras abandonar a Eos acabaría también abandonando a su hermana. Por ello tramó un ardid para que Orión muriera. Explicó a Gea la vanidad del cazador y ésta envió un escorpión contra él. Orión trató de escapar nadando hacia la isla de Delos, donde esperaba que Eos lo protegiera, y entonces Apolo desafió a Artemisa a disparar sus flechas contra el que se alejaba nadando tras acusarlo de haber seducido a Opis. Artemisa disparó sus flechas y lo mató. Tras ello, descubrió que se trataba de Orión y por no poder hacerlo revivir, lo colocó entre las estrellas.



Calisto
Diana y Calisto, de Tiziano (1556–1559).Artemisa mataba a cualquiera de sus compañeras que perdiese su virginidad, tales como Mera y Calisto. Esta última perdió su virginidad con Zeus, que se había presentado disfrazado como Apolo o, en otras versiones, como la propia Artemisa. Calisto fue transformada en osa por Zeus, Artemisa o Hera. El hijo que había tenido con Zeus, Arcas, casi mató a su madre mientras cazaba, pero Zeus o Artemisa le detuvieron y subieron a ambos al cielo como la Osa Mayor y la Osa Menor. En otra versión, Artemisa persiguió y mató a Calisto antes de que Zeus la pusiera entre las constelaciones

Domingo Faustino Sarmiento

Domingo Faustino Sarmiento

(1811 - 1888)

Autor: Felipe Pigna

El 15 de febrero de 1811, nació en el Carrascal uno de los barrios más pobres de la ciudad de San Juan, Domingo Faustino Sarmiento. Los primeros "maestros" de Domingo fueron su padre José Clemente Sarmiento y su tío José Eufrasio Quiroga Sarmiento, quienes le enseñaron a leer a los cuatro años. En 1816, ingresó a una de las llamadas "Escuelas de la Patria", fundadas por los gobiernos de la Revolución, donde tuvo como educadores a los hermanos Ignacio y José Rodríguez, éstos sí maestros profesionales.

Cuando terminó la primaria, su madre, Doña Paula Albarracín, quiso que estudiara para sacerdote en Córdoba, pero Domingo se negó y tramitó una beca para estudiar en Buenos Aires. No la consiguió y tuvo que quedarse en San Juan donde fue testigo de las guerras civiles que asolaban la provincia. Marchó al exilio en San Francisco del Monte, San Luis, junto a su tío, José de Oro. Allí fundaron una escuela que será el primer contacto de Sarmiento con la educación.

Poco después, regresó a San Juan y comenzó a trabajar en la tienda de su tía. "La Historia de Grecia la estudié de memoria, y la de Roma enseguida…; y esto mientras vendía yerba y azúcar, y ponía mala cara a los que me venían a sacar de aquel mundo que yo había descubierto para vivir en él. Por las mañanas, después de barrida la tienda, yo estaba leyendo, y una señora pasaba para la Iglesia y volvía de ella, y sus ojos tropezaban siempre, día a día, mes a mes, con este niño inmóvil insensible a toda perturbación, sus ojos fijos sobre un libro, por lo que, meneando la cabeza, decía en su casa: ‘¡Este mocito no debe ser bueno! ¡Si fueran buenos los libros no los leería con tanto ahínco!’"

En 1827, se produjo un hecho que marcará su vida: la invasión a San Juan de los montoneros de Facundo Quiroga.

Decidió oponerse a Quiroga incorporándose al ejército unitario del General Paz. Con el grado de teniente, participó en varias batallas. Pero Facundo parecía por entonces imparable: tomó San Juan y Sarmiento decidió, en 1831, exiliarse en Chile. Se empleó como maestro en una escuela de la localidad de Los Andes. Sus ideas innovadoras provocaron la preocupación del gobernador. Molesto, se mudó a Pocura y fundó su propia escuela. Allí se enamoró de una alumna con quien tendrá su primera hija, Ana Faustina.

En 1836, pudo regresar a San Juan y fundar su primer periódico, El Zonda. Pero al gobierno sanjuanino no le cayeron nada bien las críticas de Sarmiento y decidió, como una forma de censurarlo, aplicarle al diario un impuesto exorbitante que nadie podía pagar y que provocó el cierre de la publicación en 1840. Volvió a Chile y comenzó a tener éxito como periodista y como consejero educativo de los sucesivos gobiernos.

"¿Que es pues un periódico? Una mezquina hoja de papel, llena de retazos, obra sin capítulos, sin prólogo, atestada de bagatelas del momento. Se vende una casa. Se compra un criado. Se ha perdido un perro, y otras mil frioleras, que al día siguiente a nadie interesan. ¿Qué es un periódico? Examinadlo mejor. ¿Qué más contiene? Noticias de países desconocidos, lejanos, cuyos sucesos no pueden interesarnos. (...) Trozos de literatura, retazos de novelas. Decretos de gobierno. (...) Un periódico es el hombre. El ciudadano, la civilización, el cielo, la tierra, lo pasado, lo presente, los crímenes, las grandes acciones, la buena o la mala administración, las necesidades del individuo, la misión del gobierno, la historia contemporánea, la historia de todos los tiempos, el siglo presente, la humanidad en general, la medida de la civilización de un pueblo." D. F. Sarmiento, El Zonda Nº 4.

En Chile, Sarmiento pudo iniciar una etapa más tranquila en su vida. Se casó con Benita, viuda de Don Castro y Calvo, adoptó a su hijo Dominguito y publicó su obra más importante: Facundo, Civilización y Barbarie. Eligió el periodismo como trinchera para luchar contra Rosas. Fundó dos nuevos periódicos: La Tribuna y La Crónica, desde los que atacó duramente a Don Juan Manuel.

Entre 1845 y 1847, por encargo del gobierno chileno, visitó Uruguay, Brasil, Francia, España, Argelia, Italia, Alemania, Suiza, Inglaterra, EEUU, Canadá y Cuba. En cada uno de estos países, se interesó por el sistema educativo, el nivel de la enseñanza y las comunicaciones. Todas estas impresiones las volcó en su libro Viajes por Europa, África y América. A fines de 1845 conoció en Montevideo a Esteban Echeverría, uno de los fundadores de la generación del ’37 y como él, opositor a Rosas y exiliado. Estando en Francia, en 1846, tuvo un raro privilegio: conocer personalmente al general San Martín en su casa de Grand Bourg y mantener una larga entrevista con el libertador.

De regreso a Chile, incrementó su actividad periodística contra Rosas, lo que motivó que el gobernador de Buenos Aires solicitara dos veces la extradición de Sarmiento para juzgarlo por calumnias, cosa a la que el gobierno chileno se negó.

Sarmiento pensaba que el gran problema de la Argentina era el atraso que él sintetizaba con la frase "civilización y la barbarie". Como muchos pensadores de su época, entendía que la civilización se identificaba con la ciudad, con lo urbano, lo que estaba en contacto con lo europeo, o sea lo que para ellos era el progreso. La barbarie, por el contrario, era el campo, lo rural, el atraso, el indio y el gaucho. Este dilema, según él, solo podía resolverse por el triunfo de la "civilización" sobre la "barbarie". Decía: "Quisiéramos apartar de toda cuestión social americana a los salvajes por quienes sentimos sin poderlo remediar, una invencible repugnancia". En una carta le aconsejaba a Mitre: "no trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos esos salvajes". Lamentablemente el progreso no llegó para todos y muchos "salvajes y bárbaros" pagaron con su vida o su libertad el "delito" de haber nacido indios o de ser gauchos y no tener un empleo fijo.

La obra literaria de Sarmiento estuvo marcada por su actuación política desde que escribió en 1845: "¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte, para que, sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas, te levantes a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas que desgarran las entrañas de un noble pueblo! (...) Facundo no ha muerto ¡Vive aún! ; está vivo en las tradiciones populares, en la política y las revoluciones argentinas; en Rosas, su heredero, su complemento. (...) Facundo, provinciano, bárbaro, valiente, audaz, fue reemplazado por Rosas, hijo de la culta Buenos Aires, sin serlo él, (...) tirano sin rival hoy en la tierra". Estos párrafos del Facundo nos muestran el estilo de Sarmiento. Facundo, a quien odia y admira a la vez, es la excusa para hablar del gaucho, del caudillo, del desierto interminable, en fin, de la Argentina de entonces, de todos los elementos que representan para él el atraso y con los que hay que terminar por las buenas o las malas.

Sarmiento desde Chile alternó su actividad periodística con la literaria y educativa. En su libro Viajes (1849) se reflejan mucho más que las impresiones de un viajero atento y observador; allí se ocupó de lo que lo maravilla de los países que visita y que quisiera ver en su tierra. Pone el acento en el progreso industrial, el avance de las comunicaciones y de la educación.

En su libro Argirópolis (1850) dedicado a Urquiza, expresó un proyecto para crear una confederación en la cuenca del Plata, compuesta por las actuales Argentina, Uruguay y Paraguay, cuya capital estaría en la Isla Martín García. El modelo de organización era la Constitución norteamericana y proponía fomentar la inmigración, la agricultura y la inversión de capitales extranjeros.

Mantuvo fuertes polémicas con políticos y escritores de su tiempo, como Juan Bautista Alberdi, con quien no coincidía en apoyar a Urquiza. Esta polémica se expresó a través de dos libros: Cartas Quillotanas, de Sarmiento y Complicidad de la prensa en las guerras civiles de la República Argentina, de Alberdi. Sarmiento, no se quedó tranquilo y le respondió con dos libros más: Las Ciento y una. Época preconstitucional y Comentarios a la Constitución de la Nación Argentina.

En 1862 el general Mitre asumió la presidencia y se propuso unificar al país. En estas circunstancias asumió Sarmiento la gobernación de San Juan. A poco de asumir dictó una Ley Orgánica de Educación Pública que imponía la enseñanza primaria obligatoria y creaba escuelas para los diferentes niveles de educación, entre ellas una con capacidad para mil alumnos, el Colegio Preparatorio, más tarde llamado Colegio Nacional de San Juan, y la Escuela de Señoritas, destinada a la formación de maestras

En sólo dos años Sarmiento cambió la fisonomía de su provincia. Abrió caminos, ensanchó calles, construyó nuevos edificios públicos, hospitales, fomentó la agricultura y apoyó la fundación de empresas mineras. Y como para no aburrirse, volvió a editar el diario El Zonda.

En 1863 se produjo en la zona el levantamiento del Chacho Peñaloza y Sarmiento decretó el estado de sitio y como coronel que era, asumió personalmente la guerra contra el caudillo riojano hasta derrotarlo. El ministro del interior de Mitre, Guillermo Rawson, criticó la actitud de Sarmiento de decretar el estado de sitio por considerar que era una decisión exclusiva del poder ejecutivo nacional. Sarmiento, según su estilo, renunció. Corría el año 1864.

A pedido del presidente Mitre, en 1864 viajó a los EE.UU. como ministro plenipotenciario de la Argentina. De paso por Perú, donde se hallaba reunido el Congreso Americano, condenó el ataque español contra Perú, a pesar de las advertencias de Mitre para que no lo hiciera.

Sarmiento llegó a Nueva York en mayo de 1865. Acababa de asumir la presidencia Andrew Johnson en reemplazo de Abraham Lincoln, asesinado por un fanático racista. Sarmiento quedó muy impresionado y escribió Vida de Lincoln. Frecuentó los círculos académicos norteamericanos y fue distinguido con los doctorados "Honoris Causa" de las Universidades de Michigan y Brown.

Mientras Sarmiento seguía en los Estados Unidos, se aproximaban las elecciones y un grupo de políticos los postuló para la candidatura presidencial. Los comicios se realizaron en abril de 1868 y el 16 de agosto, mientras estaba de viaje hacia Buenos Aires, el Congreso lo consagró presidente de los argentinos. Asumió el 12 de octubre de ese año.

Cuando Sarmiento asumió la presidencia todavía se combatía en el Paraguay. La guerra iba a llevarse la vida de su querido hijo Dominguito. Sarmiento ya no volvería a ser el mismo. Un profundo dolor lo acompañaría hasta su muerte.

Durante su presidencia siguió impulsando la educación fundando en todo el país unas 800 escuelas y los institutos militares: Liceo Naval y Colegio Militar.

Sarmiento había aprendido en los EE.UU. la importancia de las comunicaciones en un país extenso como el nuestro. Durante su gobierno se tendieron 5.000 kilómetros de cables telegráficos y en 1874, poco antes de dejar la presidencia pudo inaugurar la primera línea telegráfica con Europa. Modernizó el correo y se preocupó particularmente por la extensión de las líneas férreas. Pensaba que, como en los EE.UU., el tren debía ser el principal impulsor del mercado interno, uniendo a las distintas regiones entre sí y fomentando el comercio nacional. Pero éstos no eran los planes de las compañías británicas inglesas, cuyo único interés era traer los productos del interior al puerto de Buenos Aires para poder exportarlos a Londres. En lugar de un modelo ferroviario en forma de telaraña, o sea interconectado, se construyó uno en forma de abanico, sin conexiones entre las regiones y dirigido al puerto. Este es un claro ejemplo de las limitaciones que tenían los gobernantes argentinos frente a las imposiciones del capital inglés. La red ferroviaria paso de 573 kilómetros a 1331 al final de su presidencia.

En 1869 se concretó el primer censo nacional. Los argentinos eran por entonces 1.836.490, de los cuales el 31% habitaba en la provincia de Buenos Aires y el 71% era analfabeto. Según el censo, el 5% eran indígenas y el 8% europeos. El 75% de las familias vivía en la pobreza, en ranchos de barro y paja. Los profesionales sólo representaban el 1% de la población. La población era escasa, estaba mal educada y, como la riqueza, estaba mal distribuida. Sarmiento fomentó la llegada al país de inmigrantes ingleses y de la Europa del Norte y desalentó la de los de la Europa del Sur. Pensaba que la llegada de sajones fomentaría en el país el desarrollo industrial y la cultura. En realidad los sajones preferían emigrar hacia los EE.UU. donde había puestos de trabajo en las industrias. La argentina de entonces era un país rural que sólo podía convocar, lógicamente a campesinos sin tierras. Y, para tristeza de Sarmiento, la mayoría de los inmigrantes, muchos de nuestros abuelos, serán campesinos italianos, españoles, rusos y franceses.

Entre las múltiples obras de Sarmiento hay que mencionar la organización de la contaduría nacional y el Boletín Oficial que permitieron a la población en general, conocer las cuentas oficiales y los actos de gobierno. Creó el primer servicio de tranvías a caballo, diseñó los Jardines Zoológico y Botánico. Al terminar su presidencia 100.000 niños cursaban la escuela primaria.

Al finalizar su mandato apoyo la candidatura del tucumano Nicolás Avellaneda.

El 22 de agosto de 1873 Sarmiento sufrió un atentado mientras se dirigía hacía la casa de Vélez Sarsfield. Cuando transitaba por la actual esquina de Corrientes y Maipú, una explosión sacudió al coche en el que viajaba. El sanjuanino no lo escuchó porque ya padecía una profunda sordera. Los autores fueron dos anarquistas italianos, los hermanos Francisco y Pedro Guerri que confesaron haber sido contratados por hombres de López Jordán. El atentado falló porque a Francisco Guerri se le reventó el trabuco en la mano. Sarmiento salió ileso del atentado y se enteró porque se lo contaron después.

Al finalizar su mandato en 1874, Sarmiento se retiró de la presidencia pero no de la política. En 1875 asumió el cargo de Director General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires y continuó ejerciendo el periodismo desde La Tribuna. Poco después fue electo senador por San Juan.

En esa época vivía con su hermana, su hija y sus nietos en la calle Cuyo, actual Sarmiento 1251.

En 1879 asumió como ministro del Interior de Avellaneda, pero por diferencias políticas con el gobernador de Buenos Aires, Carlos Tejedor, renunció al mes de haber asumido.

Durante la presidencia de Roca ejerció el cargo de Superintendente General de Escuelas del Consejo Nacional de Educación. En la época en que Sarmiento fomentaba la educación popular, el índice de analfabetos era altísimo. En el campo había muy pocas escuelas porque la mayoría de los estancieros no tenían ningún interés en que los peones y sus hijos dejaran de ser ignorantes. Cuanto menos educación tuvieran más fácil sería explotarlos.

Pero Sarmiento trataba de hacerles entender que una educación dirigida según las ideas y los valores de los sectores dominantes, lejos de poner en peligro sus intereses, los reproducía y confirmaba. "Para tener paz en la República Argentina, para que los montoneros no se levanten, para que no haya vagos, es necesario educar al pueblo en la verdadera democracia, enseñarles a todos lo mismo, para que todos sean iguales... para eso necesitamos hacer de toda la república una escuela."

De todas formas le costó muchísimo convencer a los poderosos de que les convenía la educación popular y recién en 1882, logró la sanción de su viejo proyecto de ley de educación gratuita, laica y obligatoria, que llevará el número 1420.

Una de sus últimas actuaciones públicas data de 1885. El presidente Roca prohibió a los militares emitir opiniones políticas. Sarmiento, que no podía estar sin expresar su pensamiento, decidió pedir la baja del ejército, y opinar libremente a través de las páginas de su diario El Censor.

En el invierno de 1888 se trasladó al clima cálido del Paraguay junto a Aurelia Vélez, la hija de Dalmacio Vélez Sarsfiled, autor del Código Civil. Aurelia fue la compañera de Sarmiento durante los últimos años de su vida. Murió el 11 de septiembre de ese año, en Paraguay, como su hijo Dominguito.

Pocos años antes había dejado escrito una especie de testamento político: "Nacido en la pobreza, criado en la lucha por la existencia, más que mía de mi patria, endurecido a todas las fatigas, acometiendo todo lo que creí bueno, y coronada la perseverancia con el éxito, he recorrido todo lo que hay de civilizado en la tierra y toda la escala de los honores humanos, en la modesta proporción de mi país y de mi tiempo; he sido favorecido con la estimación de muchos de los grandes hombres de la Tierra; he escrito algo bueno entre mucho indiferente; y sin fortuna que nunca codicié, porque ere bagaje pesado para la incesante pugna, espero una buena muerte corporal, pues la que me vendrá en política es la que yo esperé y no deseé mejor que dejar por herencia millones en mejores condiciones intelectuales, tranquilizado nuestro país, aseguradas las instituciones y surcado de vías férreas el territorio, como cubierto de vapores los ríos, para que todos participen del festín de la vida, de que yo gocé sólo a hurtadillas".

Fuente: http://www.elhistoriador.com.ar/